Japón

EL HOMBRE PAR

Categoría: Animé

PAAMAN

EL HOMBRE PAR
Fue un cómic japonés que llevó a sus autores Fujiko y Fujio al reconocimiento por parte del público, pasando del papel del manga, a la televisión a mitades de los sesenta. Fujio (Hiroshi Fujimoto) y Fujiko (Motoo Abiko), creadores posteriormente de otra serie que los convertiría en iconos de este tipo de cómic, junto a otro gran dibujante de su época, como fuera Osamu Tezuka, narraban las aventuras de este divertido superhéroe y lo emitían por las pantallas de medio mundo, en un total de cincuenta y cinco capítulos en blanco y negro de unos doce minutos de duración. En él encontramos los rasgos característicos en los cartoons de este par de autores, al igual que en la otra popular serie que hemos dicho los lanzó a la fama y que fue Doraemon: gran sentido del humor con unos personajes de facciones caricaturescas.

Paaman nos mostraba, a la vez que contaba la historia de sus curiosos protagonistas, las costumbres japonesas más tradicionales, tales como ponerse el kimono, sacarse los zapatos para entrar en casa y otros destalles del día a día oriental. Creada en los estudios Tokyo Movie Sinasha y Studio Zero, esta serie junto a las demás de este creativo tándem, debió parte de su encanto y su popularidad al hecho del gran conocimiento por parte de sus creadores de la psicología infantil, puesto que se coincidieron en el colegio con tan solo cinco años de edad y de ahí nació una gran amistad que los llevó a que empezaran a dibujar juntos hasta bien entrada la madurez. Tratando de llevar sus historias a formato televisivo, de la manera más fiel posible a los cómics, hecho que consiguieron plasmar sin ningún tipo de problema. Fujio y Fujiko, sabían muy bien como narrar historias que despertaran la admiración de los más pequeños, así como sacar a resplandecer la parte infantil del espectador adulto, explicando aventuras llenas de magia dentro de las situaciones cotidianas, que hacían que pudiésemos acabar el día de mejor humor, soñando que a nosotros nos ocurría lo mismo que a los protagonistas de la serie. En el año 87, sus autores deciden separarse amistosamente para tomar cada uno su camino y seguir con otros proyectos paralelos. Fujio Fujiko (Motoo Abiko) sigue en activo actualmente, aunque ahora mismo, ejerciendo una faceta que poco tiene que ver con la inicial, dedicándose a escribir biografías de gente como la del golfista internacional Samu. Por otro lado, Fujio F.Fujiko (Hiroshi Fujimoto), muere en septiembre del 96 a los 62 años de edad, haciendo imposible la reunión futura de estos dos grandes artistas. La serie Paaman se dejó de emitir a mitades de los setenta, en los ochenta hubo una versión coloreada que quizás sea la imagen más recordada por todo el mundo. Últimamente se ha barajado la posibilidad de que reaparezca en pantalla, aunque las nuevas propuestas dejen mucho que desear comparadas con el original.

La historia trata sobre la vida de un niño llamado Mitsuo, y lo que le ocurre al aparecérsele un misterioso hombre enmascarado que lo escoge a él, a una niña (Parko), a otro niño gordito (Kabao), a un mono y a un bebé (aunque en la versión de los ochenta se quito a este personaje), como defensores de su ciudad contra las fuerzas agresoras. Además a Mitsuo se le entrega un robot que es una copia de él mismo para que lo suplante en los momentos peligrosos. Pero, en vez de eso, lo utiliza para hacer las faenas de la casa o del colegio que no le gustan hacer, haciéndolo pasar por él y engañando a sus padres. A parte, el enmascarado les entrega a todos un kit especial, con un casco que les concede fuerza, una capa que les hace volar y un intercomunicador en forma de P. Con todo esto, nuestros inexpertos amigos se verán enfrentados a las más curiosas y divertidas situaciones que de la mente de estos veteranos japoneses emergían, consiguiendo de ese modo obtener su rincón dentro de la historia de la animación nipona e internacional.

Otro icono que la cultura occidental nos ha dejado en los últimos cuarenta años, a través de los cuales, las costumbres japonesas han ido cogiendo popularidad hasta hacérsenos cercanas, tan cercanas que ya forman parte de todos nosotros, aunque nos encontremos a kilómetros de distancia de aquel país.